Parroquia

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domingo, 30 de septiembre de 2012

El Espíritu sopla donde quiere... También en este Domingo XXVI


La Palabra de Dios nos pone hoy ante una realidad nada trivial de la vida eclesial y que no siempre terminamos de tener clara, una realidad que además puede y de hecho lleva si no se vive bien al escándalo que tanto daño hace y que el Señor denuncia de una manera tan expresiva en el evangelio: “El que escándalice mejor es que se ate una piedra al cuello…”
En la Iglesia, a lo largo de los siglos y hasta nuestros días han existido y existen muchas formas de espiritualidad, es decir, de entender la relación del hombre con Dios. Ya en los primeros siglos había apóstoles, profetas, vírgenes, presbíteros, gentes corrientes que vivían su fe en lo cotidiano… etc. Luego llegarán los monasterios, los eremitas y después las órdenes religiosas, benedictinos, franciscanos, carmelitas… así lo mismo hasta nuestros días en los que han surgido los nuevos movimientos como El Camino Neocatecumenal, Comunión y Liberación, los Focolares, Opus Dei y otros muchos que no llegamos siquiera a conocer, por no hablar de la vida parroquial en la que todos tenemos nuestras peculiaridades, etc. 
¿De donde surgen todas estas corrientes? Bueno, pues surgen primero y principalmente de la acción del Espíritu Santo que sopla donde quiere y como quiere y que no se deja encasillar por nuestra cortedad de miras. El Espíritu Santo ha hecho brotar a lo largo de los siglos… con la colaboración de hombres y mujeres dóciles a su acción toda una diversidad de formas de vivir la relación con el Padre y por lo tanto la Iglesia es amplísima en su acción y en su vivencia interior, espiritual. Pero eso sí, hay multitud de vivencias de la única fe en el DIOS UNO Y TRINO. Es decir puede haber y hay una legítima diversidad, por supuesto –sino esto sería un peñazo- en lo opinable. Pero ha de haber total unidad en lo central, en el CREDO. En lo que no está en nuestras manos decidir porque es cosa de Dios. Nosotros no podemos decidir si Dios es uno o es Tres, nosotros no podemos decidir que Jesucristo sea Dios y Hombre, que murió en la Cruz y Resucitó, que la Virgen sea Virgen o que Cristo haya querido que exista la Iglesia. Eso no está en nuestras manos y si actuamos de otra manera estamos rompiendo la unidad de la fe y eso no puede ser, no es legítimo, no es querido por Dios.
Por lo tanto: Hemos de tener un corazón grande y una amplitud de miras suficiente para respetar… para amar los diversos movimientos y grupos que existen en la Iglesia y que están legítimamente autorizados ¡claro! Y no prejuzgar a la gente porque sean de aquí o de allí. Hemos de ver en todo momento al Espíritu Santo que suscita. Pero hemos de estar bien formados y amar profundamente a la Iglesia para poder detectar el error y todo aquello que quiebra la unidad de la fe y que hace tanto daño a la obra de Jesucristo en el mundo.

Ceremonia de Toma de Posesión de la Parroquia

El pasado domingo día 23 pudimos vivir en la parroquia la ceremonia de toma de posesión de la parroquia por parte del nuevo párroco D. Jairo.
La celebración fue presidida por nuestro Pastor D. Francisco, transcurrió en un ambiente sencillo y cercano a la vez que profundo y litúrgico.
Disfrutamos de la hermosura de la vida y misterio de nuestra Iglesia y de la comunión con nuestro obispo y los hermanos...

Firma de los testigos..

Concretando algunos detalles de la ceremonia

Procesión de entrada

Profesión de fe del párroco...

... y juramento de fidelidad a la Iglesia

En la Iglesia había numerosos fieles congregados

¡Gloria a Dios!

Lectura de la Palabra de Dios

Entrega de los Evangelios al párroco...

Proclamación del Evangelio

La homilía de D. Francisco

Renovación de las promesas sacerdotales

El Obispo aprovecha cualquier momento para saludar a los fieles

El Pueblo de Dios pide con confianza al Padre

Plegaria Eucarística

Doxología

Los fieles se acercan a recibir la Eucaristía

Momento de intimidad y comunión plena con Cristo

Cristo que consuela y da fuerza a los que sufren...

Unas palabras de agradecimiento del párroco

Hermosa y sincera expresión de comunión plena

La bendición episcopal

Concluye la Celebración...

Alegría y cercanía

Con los más pequeños

Un buen momento para saludarnos y charlar

Familias de la parroquia viviendo ese momento

El sacerdote y su madre... ¡Gracias mamá!


domingo, 23 de septiembre de 2012

Romería de San Cosme Y San Damián...


El pasado sábado día 22 se celebró la tradicional romería y Misa en honor de nuestros santos patronos Cosme y Damián. 
La jornada comenzó a las diez de la mañana con un grupo de peregrinos que amenizados por la música subieron a pie hasta el pueblo antiguo donde los vecinos habían preparado con esmero el lugar para la celebración de la Eucaristía.
Durante la misma, el párroco D. Jairo habló de la importancia de seguir el ejemplo de los santos y ser luz y sal para este mundo que necesita la belleza de las buenas obras de los cristianos.
Tras la veneración de la reliquia de los santos todos pudieron tomar un tentempié gracias a la colaboración de los miembros del club de jubilados que prepararon el almuerzo.
La música y los bailes sirvieron de colofón a esta agradable mañana de convivencia, celebración y alegría.


Los asistentes se preparan para la celebración de la Eucaristía

Todo fue preparado con esmero y cuidado... el tiempo acompañó

El altar y los asistentes a la Misa justo antes de comenzar


El nuevo párroco D. Jairo celebró la Santa Misa

Un momento durante la Eucaristía

Los fieles pudieron venerar la reliquia de los Santos... hombres de carne y hueso como nosotros
Para terminar... nada como un buen almuerzo y un mejor ambiente


viernes, 21 de septiembre de 2012

domingo, 16 de septiembre de 2012

San Cosme y San Damián... Rogad por nosotros


Hemos vivido estos días de fiesta y ahora en el domingo le damos gracias a Dios por todo y de una manera especial por la vida de nuestros santos patronos.
Quizás esta Misa sea uno de los actos más sencillos de las fiestas... exige muy poquita preparación material... unas flores, un poco de pan y vino... (le sale realmente barata al ayuntamiento lo cual, con la que está cayendo y los recortes de gastos contribuye al equilibrio presupuestario... y eso es muy bueno) Y sin embargo, este sencillo acto le da el sentido último a toda la celebración de las fiestas y nos une a todos los habitantes de este pueblo con nuestros ancestros... con nuestras raíces más profundas
Unas raíces marcadas por una fe que desde la antigüedad ha configurado nuestra realidad personal y social. Hoy en día todos los que vivimos en Ansoáin deseamos para nosotros y los nuestros una serie de bienes como la paz, el respeto, la libertad, el bientes (no a cualquier precio que ya vemos las consecuencias que ha tenido)... buscamos el compromiso con los más necesitados, el respeto y cuidado de la Creación, el derecho a alcanzar una plenitud como personas que permita un despliegue completo de todas nuestras dimensiones: materiales y psicológicas... y desde luego espirituales. Y ese deseo, esos valores son fruto de siglos y siglos de vida cristiana y de Evangelio en medio de nosotros... en nuestra parroquia y en las calles de nuestro pueblo
Y en esta celebración, recordar a San Cosme y San Damián que sirvieron y amaron incluso a aquellos que les quitaban la vida.... esta acción de Gracias a Dios por Jesucristo y su Evangelio, reaviva... ha de reavivar en nosotros -cristianos del siglo XXI- eldeseo de seguir trabajando y construyendo el reino de Dios en la tierra.
Los días de fiesta, lejos de ser una evasión del mundo en el que vivimos y los gravísimos problemas que le aquejan --- allá en lejanos países (guerras, hambres...) o aquí: Materialismo y hedonismo, injusticias laborales, falta de libertad, violencias... etc., han de ser días en los que recobremos fuerzas para continuar trabajando incansablemente por mejorar un mundo del que formamos partes y que no puede sernos ajeno.
Nosotros recibimos esa fuerza interior a través de la Palabra de Dios, de los sacramentos, de la comunión con la Iglesia Universal y también eso lo recibimos en esta celebración.
Esta celebración es festiva y en ella, la Gracia de Dios que nos da esperanza, fuerza... alegría, que nos ilumina y orienta nuestra vida hacia un Amor con mayúsculas como es el de Jesucristo. 
Siguiéndole a El, viviendo y muriendo como El, San Cosme y San Damián alcanzaron el premio de la Vida, la Vida Eterna.
Hoy le pedimos a Dios a través de nuestros patronos que bendigan y protejan este pueblo de Ansoáin y a sus habitantes y que nos lleven a todos a vivir con intensidad la fe de nuestros ancestros trabajando sin cesar por transformar este mundo que se aleja de Dios y que desprecia a los hermanos más necesitados.
Nosotros queremos ser fieles al Señor... y mostrar esa fe de nuestros padres, nuestra fe, en las obras de amor con los que menos tienen... y nuestro pueblo, nuestro mundo...cambiarán. S. Cosme y San Damián Rogad por nosotros.

sábado, 8 de septiembre de 2012

¿Otro obispo? Si ya tenemos uno...


Hoy creo que merece la pena que centremos nuestra reflexión en un acontecimiento que va a vivir de manera extraordinaria nuestra Iglesia navarra mañana y del que no podemos pasar.

Se trata evidentemente de la Ordenación Episcopal de nuestro nuevo obispo auxiliar D. Juan Antonio Aznarez Cobo. 

Y creo que es importante y bonito que todos los creyentes de esta Iglesia navarra hoy y mañana pensemos y recemos y le demos vueltas a esta gracia que Dios a través de su Iglesia quiere darnos.

Podemos vivir este momento de dos maneras: 

- Diciendo: ¡vaya! otro mandamás que nos ponen... o a mi eso ni me va ni me viene... o conmigo eso no tiene nada que ver... Una forma muy poco eclesial...
- O podemos vivirlo con la alegría propia de una circunstancia así, y sirviéndonos para entender más profundamente el ministerio de los obispos...

No ocurre muchas veces que podamos ver cómo alguien a quien conocemos, a quien tratamos con cercanía y naturalidad es llamado por Dios a un ministerio tan importante como el del episcopado.
Nos da la sensación de que los obispos son como gente ajena... a nuestra realidad concreta, pero nada más falso y el hecho de que sea ordenado obispo un sacerdote de nuestro presbiterio nos ayuda a darnos cuenta de ello.

A D. Juan muchos lo hemos conocido como párroco y profesor... y arcipreste y compañero y amigo... Lo conocemos muy bien, sabemos que no ha sido llamado por ser perfecto... ni el ni yo ni ninguno de nosotros lo es... pero lo hemos visto trabajar con alegría y paz y serenidad por la Iglesia... en lo concreto de la vida de nuestra Iglesia. El año pasado cuando mi coadjutor cayó enfermo en Berriozar D. Juan vino muchas mañanas de domingo a celebrar la Misa de las 9. Siendo ya "el segundo de a bordo en la diócesis"

Y sabemos muy bien que nunca ha buscado de ninguna manera un "cargo" así... entonces ¿cómo lo han elegido? Bueno pues la elección y nombramiento de un sucesor de los apóstoles tiene un proceso largo.

En su caso, la iniciativa parte del Obispo (D. Francisco)  que por las circunstancias que considera oportunas pide al Papa un obispo auxiliar para su diócesis y propone posibles candidatos... luego viene un largo proceso en el que son consultados de manera secreta muchos, sacerdotes y religiosos y fieles laicos como vosotros para que "informen" de la idoneidad de este o aquel candidato. Y después el Papa debidamente asesorado elige en la oración el que puede ser más adecuado

Este es el "procedimiento" eclesiastico... pero debemos ir más allá. Para los creyentes el nombramiento de D. Juan como obispo tiene por encima otra historia... más importante, más hermosa... y tienen que ver con aquel que nos ama y nos elige para que le sigamos y estemos con él... Jesucristo.

Jesucristo, vivo hoy, ha llamado a Juan para que le acompañe de una manera muy especial... en el grupo de sus seguidores más cercanos... como sucesor de los doce... (Decía D. Juan en una entrevista que publica "La verdad": Ser sucesor de los Apóstoles es algo que te sobrepasa) Y para nosotros esa llamada de Cristo es motivo de alegría... Uno de nosotros, uno de los de cerca, ha sido llamado por Cristo como hace dosmil años fueron llamados, Pedro y Santiago y Juan y Andrés... pero esta vez ha llamado a uno a quien nosotros conocemos de cerca ¡Qué alegría!

Nosotros podemos querer a D. Juan de una manera muy especial... lo principal porque ha sido Jesús quien lo ha elegido... Lo vamos a respetar porque es un sucesor de los Apóstoles... y vamos a pedirle al Padre Dios que le de Gracia, sabiduría, entendimiento, paciencia y fortaleza... y amor, mucho amor para que en él veamos a Cristo de una manera clara y cercana.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Mandamientos o Sabiduría ¿? Domingo XXII


       “Así cumpliréis los preceptos del Señor, vuestro Dios, que yo os mando hoy. Ponedlos por obra, que ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia”. Muchas veces le he dado vueltas a este pasaje de la Sagrada Escritura, del Deuteronomio, inspirado por Dios para cimentar al naciente pueblo de Israel sobre una base segura, sobre una base firme que le garantizará la paz y sobre todo la perfecta relación del pueblo con Dios, entre ellos y con la naturaleza.
Estos preceptos del Señor, los Diez Mandamientos que todos conocemos son por lo tanto preceptos de sabiduría, es decir, no están puestos por Dios como leyes restrictivas destinadas a hacernos la “puñeta” a los hombres sino que por el contrario se trata de las normas que posibilitan la vida en este mundo. Son mandamientos de vida: “Cúmplelos y vivirás” dirá el Señor en otro momento. 
Entonces qué es lo que propicia ese enfado, esa “reprimenda” que el Señor Jesús echa a los fariseos, a los letrados que junto a Él se encontraban. Bueno, pues primero y principalmente el hecho de que estos habían convertido la ley de Dios en un complejo entramando de costumbres impuestas desde fuera que para nada tocaban ni brotaban del corazón del hombre que amaba a Dios y a los hermanos, y es que de todo podemos hacer carga, imposición exterior… de todo hasta de lo que nos ha de liberar.
Pero es verdad que si las inmundicias, las impurezas, los malos propositos, las fornicaciones y robos salen del corazón del hombre, y salen verdaderamente... solo podremos combartirlos con ese mismo corazón enamorado de Dios y lleno de la sabiduría, la salvación y la vida que para nosotros suponen los mandamientos de la Ley de Dios.
Hemos de cumplir los mandamientos, evidentemente, el Señor no dice otra cosa, pero hemos de hacer nuestros esos mandamientos. En nuestra inteligencia han de estar grabados a fuego y en nuestro actuar han de manifestarse sin “chirriar”, ha de salir de nosotros el actuar conforme a esta ley de Dios con naturalidad, con suavidad. Mandamientos y vida han de ser como un engranaje bien engrasado en el que van pasando las “muelas” con armonía, sin estridencias, sin desajustes.
Si tratamos de vivirlo así, si damos vueltas en la oración a los mandamientos y le pedimos a Dios su gracia, veréis como cumplirlos es algo cada vez más fácil y nuestro corazón, nuestro interior es cada vez más limpio, más de Dios.