Cosas que necesitamos escuchar...

Ayer os comentaba la necesidad de que veamos la fe como una riqueza que podemos dar a los demás... porque verdaderamente es algo grande para este dolorido mundo en el que vivimos. Si no que se lo digan a Tim Guénnard.

Qué paz trasmite este hombre, que nos ayude a nosotros a valorar así la fe.



El Señor es muy, muy delicado con las personas heridas... ¡Qué preciosas palabras!



Fe y Thermomix...

Nos encontramos ya en el año de la fe... lo iniciamos solemnemente -también en nuestra parroquia- el pasado jueves y ya el domingo pasado profundizamos en su sentido.

Además como ya dijimos también en Roma se está celebrando el Sinodo de los Obispos. Una reunión en la que se presentan, se debate y se marcan las actuaciones que la Iglesia seguirá durante los próximos años. El que se está celebrando ahora versa sobre la nueva evangelización y creo que este acontecimiento eclesial tiene mucho que ver con el evangelio que hemos escuchado.

Y podréis decirme... ¿En que? Lo normal sería que hoy nos hablaras de las riquezas que tienen unos y las pobrezas que tienen otros...  y la caridad y ayudar a los más necesitados que es algo que tenemos que hacer lo que queremos seguir a Jesucristo...

Y es verdad... pero ninguno de los que aquí leemos esto tenemos probablemente las riquezas que tenía el joven del evangelio... y desprendernos de las riquezas de otros es muy fácil, pero hay otro tema que igual no nos resulta tan fácil.

Si recordáis la semana pasada cuando hablaba de las cosas que íbamos a hacer en la parroquia dije que seguiriamos una “triple” actuación: Liturgia y oración, Formación  y caridad (dar la fe a los que no la tienen y el pan a los que lo necesitan) y quiero centrarme en lo primero, porque de nada servirá lo que están haciendo los obispos en Roma si nosotros no caemos en la cuenta de que tenemos una riqueza que es la fe y tenemos que darla a los que no la tienen o la tienen debil para poder -ellos y nosotros- seguir a Jesús.

Y el problema es que no la damos... si nos encontramos con alguien que tiene pobreza material decimos: hay que ayudarle y en mayor o menor medida lo hacemos... pero si nos encontramos con alguien que no tiene fe o la tiene debil decimos: bueno... hay que respetarle... pero no le damos el alimento que puede necesitar y que es la fe.

Y es verdad que hay que respetar la libertad de cada uno, pero el problema hoy en día no es ese... hoy en día lo respetamos todo... el problema es que muchas veces ni nosotros mismos consideramos la fe como lo mejor que podemos dar a los demás... nos parece que no les va a servir, o que no la pueden necesitar o que no les va a ayudar en sus problemas concretos o ante las preguntas más profundas que el ser humano puede hacerse... Y TAL VEZ SEA PORQUE nosotros mismos no la consideramos como una riqueza, un bien que nos aporta felicidad, sino como una carga con la que tenemos que vivir... la carga de tener que rezar... de tener que ir a misa... de tener que ser bueno con los demás... de tener que seguir una moral... de tener y tener y tener...

Y claro!!! así pues no. 

Mi madre se compró una termomix... y esta marca no hace publicidad... son productos caros pero no hacen publicidad porque venden gracias al boca a boca. Mi madre se la compró y yo hice un pescado en salsa verde, y mi madre dijo: “si mi hijo que es un inutil en la cocina ha sido capaz de hacer esto  y estaba bueno es que el aparato funciona” y se lo contó a una amiga... y está la compró... 

Así si se trasmite, cuando alguien considera que tiene algo bueno que puede ser bueno para otra persona.

Tenemos que caer en la cuenta de que la fe es lo más hermoso, lo más grande, la riqueza mayor que tenemos y que podemos a dar a quienes no la tienen... Pero para darnos cuenta de eso, hemos de conocer y vivir con intensidad esa fe...

Y darlo... dar esta grandísima riqueza que tenemos.

¿Y para qué un año de la fe?

Hace unos días charlaba con el que fue mi párroco durante la infancia y juventud y me contaba que había casado a una pareja en el verano y cuando preparaban la celebración el les preguntó si sabían porqué habían matado a Jesús y el novio le dijo:

Lo mataron por ir de guay. ¿Cómo? SI porque iba por ahí diciendo que era Hijo de Dios y tal y se ganó muchos enemigos por guay. Y lo mataron.

Mi párroco y yo nos reímos agusto de la respuesta de aquel muchacho, pero da un poco de pena que sepamos tan poco y tan mal de aquel que nos ha dado la vida y ha dado  su vida por nosotros

La mayoría de la gente que pertenece a una organización conoce bien a sus fundadores y  a aquellos que han hecho que sea lo que es... Y nosotros ... pensamos que a Jesús lo mataron por guay.

Es verdad también que nuestra fe no son solo unos conocimientos que tenemos que tener... se trata sobre todo de una relación, de una amistad profunda con Dios en su Iglesia, pero es necesario que conozcamos bien a Dios y nuestra fe.

Cuando dos personas se van a casar les animamos a que profundicen en el conocimiento mutuo... con Dios... hemos de hacer lo mismo.

Y como habréis oído, mañana comienza para toda la Iglesia un año de la Fe. 

Y para qué... bueno, pues es fácil de entender: Si vamos al supermercado y nos encontramos con unos carteles: semana de la huerta: Pues encontramos bien presentados y a precios asequibles todos los productos de la huerta... y eso hace que los compremos y los usemos en nuestra casa... Pues esto es algo parecido: Es un año de la fe... y  poder aprender, profundizar y vivir la fe, nos va a ser más asequible a todos, porque todo va a girar en torno a la fe.

Y fijaros que se trata de aprender y vivir la fe: No compramos las verduras para dejarlas en el frigo y que se pudran, ¿verdad? sino que las cocinamos y las comemos... Pues todo lo que se nos va a proponer este año es para que lo vivamos y para trabajar en algo tan hermoso como es la nueva evangelización y que nos compete a todos.

Ese es el objetivo de este año de la fe: alimentarnos para que podamos vivir y trabajar en la nueva evangelización

¿Qué haremos aquí?: Principalmente tres cosas: Formación (en la predicación y a través de cursos, charlas, etc), Oración (Liturgia y momentos especiales que ya se anunciarán) y Caridad (Ofrecer la fe a quien no la tiene o la tiene débil y ofrecer ayuda material al que no la tiene) de las dos maneras servimos al necesitado...

¿Qué hemos de hacer personalmente? Abrir nuestras mentes y nuestro corazón a esto que Dios y la Iglesia quieren darnos este año... Y aprovecharlo, vivirlo como algo novedoso y distinto... interesarnos y emocionarnos con toda la Iglesia que quiere vivir esta nueva evangelización que el papa y todos los cristianos queremos....